
Si es joven, le falta experiencia;
Si su pelo tiene canas, ya es muy anciano.
Si tiene cinco ó seis hijos, tiene demasiados;
Si no tiene ninguno, no está dando buen ejemplo.
Si su esposa participa en las directivas, es muy agresiva;
Si no lo hace, no le interesa el trabajo de la obra.
Si el pastor usa notas, sus sermones son insípidos y secos;
Si es un erudito, habla muy profundo.
Si se pasa bastante tiempo en el estudio, se está olvidando de su pueblo;
Si visita diariamente, es lo único que sabe hacer.
Si se interesa por los pobres, busca renombre;
Si se interesa por los ricos, le interesa la aristocracia.
Si sugiere una mejora, es un dictador;
Si no lo hace, no le interesa el progreso.
Si usa muchas ilustraciones, está descuidando La Biblia,
Si no las usa, su predicación no es clara.
Si condena el mal, es un regañón;
Si no lo hace, es un modernista.
Si predica una hora, es demasiado largo;
Si predica corto, no le gusta trabajar.
Si predica la verdad, es grosero;
Si no la predica, es hipócrita.
Si el pastor no logra agradar a todos, está lastimando la iglesia;
Si agrada a toda la congregación, no tiene convicciones.
Si predica acerca del diezmo, le interesa mucho el dinero;
Si no lo hace, no educa adecuadamente al pueblo.
Si recibe salario razonable, es un mercenario;
Si no recibe suficiente, no lo merece.
Si el pastor predica todo el tiempo, la gente se cansa de oírlo;
Si invita a otros predicadores, está evadiendo su responsabilidad.